Pensando en el futuro. [[Evan]]

Aquel joven hizo el gesto y avancé cruzando la estancia, algunos metros, comprendi al fin de quien se trataba.
Solo lo habia visto una vez y hacia demasiado tiempo de ello y los años habian hecho y forjado de aquel niño al majestuoso hombre que se alzaba firme, decidido y con el porte digno de un rey.
- Buenos dias, al....- Me detuve a diez pasos de él y con un la mano en el pecho me incliné en una humilde pero respetuosa reverencia.- Es un honor tenerle aqui, majestad.

Bajé la mirada en claro signo de inferioridad ante él y permaneci en una posicion de total respeto. Me corrigio el titulo con el que le habia hablado, pero apesar de eso no era tan equívoco.
- Teneis razon alteza- Dije esta vez, alzando un poco los ojos.- Pero aun asi he oido que desde hace algun tiempo sustituis en las funciones de la corona milanesa por el desgraciado mal que padecen vuestros padres.- Como consejero habia mantenido contacto con el consejero del reino de Milán, los reyes me habian concedido los permisos necesarios para llevar a cabo todo cuanto supusiera el compromiso de matrimonio pactado y firmado años atras.

Asenti afirmativamente.
Unos segundos me bastaron en ese momento para darme cuenta de mi error al no presentarme como debia.
- Lamento mi descortesía y falta de modales.- Dije disculpandome.- Evan Dáddiego a su servicio, nombrado Consejero de la familia Sanguinetti.- Sonrei y le mire con una mirada de significativas intenciones.- Confidente ademas de la Princesa Carolina Sanguinetti.- Me incliné de nuevo en una perfecta reverencia hacia su persona.

- Mil perdones nuevamente.- Dije, tantos asuntos en los que pensar, me estaban volviendo olvidadizo y eso era algo que yo no podia permitirme que sucediera.

Sonreí.
- Mas bien presencie el momento, erais unos niños cuando se pactó vuestro compromiso.- Le miré y suspiré. Negué a su pregunta.- Sabe que llegareís en cualquier momento, pero... desconoce, por voluntad de los reyes que en este preciso momento se encuentran de viaje, de vuestro compromiso.- Me habria gustado decirle a ella aquel hecho pero habia jurado mi silencio y no podia desobedecer la voluntad de aquellos a los que era leal y fiel. Sonrei al ver esa muestra de interes y curiosidad por la princesa, mi querida princesa a la que habia visto crecer y convertirse en la mujer que era ahora.- La conocereis en cualquier momento, esperando asi que el interes que mostrais por no disminuya, aunque eso ciertamente seria dificil.